Hoy, muchas personas de todo el mundo celebran la Pascua. Creas o no en este día, probablemente creas en la renovación, la transformación y la autenticidad. Y de eso trata esta historia, de la transformación de lo que parecía ser un hombre corriente en lo que realmente era desde el principio: un ser extraordinario y divino.
Me encanta esta historia porque no creo en la transformación. Creo en la resurrección. Antes de que digas: "¡¿Qué? ¿Un psicólogo que no cree en la transformación? ¡¿Cómo puede ser?!"
Déjeme que se lo explique.
Creo que la transformación verdadera, auténtica y duradera sólo se consigue cuando nos encontramos y nos permitimos ser quienes siempre hemos sido en realidad: nuestro Verdadero Yo Auténtico.
He visto a muchas personas, a lo largo de los años, esforzarse mucho por ignorar o negar quiénes son realmente -su auténtico yo, su verdadero yo- y huir de su verdadero propósito en la vida transformándose y reinventándose en otros falsos yoes, viviendo nuevas vidas falsas o vidas "en la sombra", como las describe Steven Pressfield en su libro Turning Pro. Estas personas se preguntaban entonces por qué trabajaban tanto pero seguían siendo infelices e incluso desgraciadas. Pues bien, esto ocurría porque se transformaban o reinventaban en algo o alguien más alejado de su Verdadero Yo Auténtico, en lugar de acercarse a lo que realmente eran.
Creo que nuestro objetivo como seres humanos no es transformarnos en algo que no somos, sino resucitar y SER lo que fuimos creados para SER, lo que siempre hemos sido en lo más profundo de nuestro ser: nuestro Verdadero Ser Auténtico.
Dr. Don Miguel Ruiz, autor de Los Cuatro Acuerdos, La Maestría del Amory muchos otros grandes libros, habla de la sabiduría tolteca y de cómo la gente ha sido domesticada por haber hecho acuerdos para creer en mentiras que continúan haciéndoles daño hasta el día de hoy. Pero, también dice que se pueden desaprender estos acuerdos y empezar a estar de acuerdo con la verdad. La verdad de que, según la sabiduría tolteca, somos ángeles (mensajeros), divinos y libres.
En otras palabras, tu Verdadero Yo Auténtico es un mensajero divino sin límites. Está destinado a ser libre para cumplir su propósito de vida, lograr lo que estaba destinado a hacer, y entregar con éxito el mensaje que estaba destinado a entregar - aquello para lo que fue creado. Es entonces cuando encuentra la verdadera felicidad.
Empiece Otra Vez, No De Nuevo.
Haz que este día sea también el día de la resurrección de tu Auténtico Yo Verdadero.
Empieza de nuevo siendo Consciente y prestando Atención a la verdad de quién eres realmente y qué mensaje estás aquí para transmitir. Mira hacia dentro. Escucha a tu Yo Auténtico y Verdadero que te habla a través de tu intuición, tu instinto, las mariposas en el estómago, las ideas en tu mente y la emoción en tu pecho. Cree en la divinidad de tu Yo Auténtico y permite que resucite.
Si eres como muchos, tu Verdadero Yo Auténtico ha estado tan reprimido en tu interior que está, no sólo encarcelado en tu corazón, sino, enterrado en tu alma. No tengas miedo. Haz la Intención de dejar de juzgarte y castigarte una y otra vez. ¡Haz la Intención de permitir que tu Verdadero Ser Auténtico resucite y sea libre!
Empieza a tomar Acción desaprendiendo los acuerdos falsos que te mantienen prisionero por dentro (como se afirma en los muchos libros de Don Miguel Ruiz y también discutido por el Dr. Paul Wood en su charla TEDxAuckland, ¿Cuál es tu prisión?) y los montones y montones de pesadas mentiras que tienen a tu Verdadero Ser Auténtico enterrado en lo más profundo de tu alma. Empieza de nuevo tomando la Acción de hacer nuevos acuerdos - nuevos acuerdos que sirvan como llaves para abrir la prisión de tu corazón, nuevos acuerdos que sirvan como palas para desenterrar tu Verdadero Ser Auténtico de tu alma. Y, finalmente vive la vida que estás destinado a vivir, como tu Verdadero Ser Auténtico.
¿Qué vida en la sombra estás viviendo bajo tu falso yo actual? Qué vida auténtica pretendes vivir cuando tu Verdadero Yo Auténtico resucite y sea libre.
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¡Vaya! Tiene sentido. En realidad es muy bueno porque Dios no comete errores. Él nos hace como realmente somos. Sin embargo, en nuestro intento de llegar a ser diferentes, caemos en la categoría de personas de 2 caras. Podemos llegar a ser falsos y, por lo tanto, infelices. Muchas gracias por compartir este interesante artículo.
Gracias por tu comentario, Martha. Sí. Nuestro Gran Creador no comete errores. Es importante que lo recordemos, especialmente en los momentos difíciles, cuando pensamos que será más fácil escondernos y nos sentimos tentados a convertirnos en una de esas "personas de dos caras". Es en esos momentos cuando es más crucial que miremos hacia dentro, encontremos y dejemos brillar las creaciones más bellas y perfectas de nuestro Gran Creador: ¡nuestros Verdaderos Auténticos Yo! Gracias de nuevo por compartir y ¡que tengas un Feliz Día de SANO!