Muchas personas tienen dificultades para celebrar. ¿Es usted una de ellas? ¿Le gustaría saber por qué debería celebrarlo más? ¿Sí?
¡Viva! Sigue leyendo...
Muchos de nosotros hemos sido condicionados a no celebrar. Cuando éramos jóvenes y empezábamos a celebrar un logro o simplemente algo bueno en nuestras vidas, nuestros padres nos disuadían de celebrarlo diciéndonos cosas como...
¡Para! ¡Lo vas a gafar! No te alegres. Probablemente no va a durar. ¡No seas un fanfarrón! ¡No seas un listillo!
Y/o, tal vez sin importar lo que hiciéramos y lo bien que lo hiciéramos, nunca nos dieron la oportunidad, y mucho menos el ánimo para celebrarlo, diciendo cosas como...
¡No te regodees! ¡Sólo tuviste suerte! Supéralo. ¡Hiciste lo que tenías que hacer! Sí, lo hiciste. PERO, ¡podrías haberlo hecho mejor!
¿Le suena familiar alguno de estos comentarios? Al crecer con comentarios como estos, no sólo dejamos de celebrar, sino que aprendimos a sentirnos culpables y avergonzados por querer celebrar, especialmente los pequeños, pero más importantes logros y bendiciones en nuestras vidas que nos han ayudado a llegar a donde estamos hoy.
A mi marido, José, le diagnosticaron una enfermedad crónica y estuvo a punto de morir la primera vez a los 18 años. Desde los 18 hasta los 39 años, se mostró muy agradecido y celebró cada día de lo que él consideraba tiempo prestado. Y, ¿no estamos todos aquí con tiempo prestado?
El fin de semana pasado, tuve el privilegio de estar en el Kim Pagano Show con Dan Caro, el autor de The Gift of Fire: How I Made Adversity Work for Me. Dan es un batería que no tiene manos. Sí, Dan no tiene manos, ¡pero ha tocado con Carlos Santana y muchos más! Cuando le preguntaron: "¿Cuál ha sido tu mayor logro?". ¿Sabes lo que dijo?
¿Cuándo fue la última vez que te levantaste por la mañana y diste gracias y celebraste que te hubieran regalado un día más? ¿Cuándo fue la última vez que agradeciste y celebraste poder atarte los zapatos?
La celebración es gratitud La gratitud es alegría. La alegría es curación.
Celebrar es observar algo notable (Atención), agradecerlo (Intención) y participar en una festividad para honrarlo (Acción).
Celebrar es estar agradecido y demostrarlo de alguna manera. Y esto es muy bueno para nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.
La gratitud crea uno de los cristales de agua más hermosos [fuertes y sanos] de nuestro cuerpo. (Masaru Emoto, Ph.D., The Hidden Messages in Water, 2001) Cuando estamos en un estado de gratitud y celebración, estamos en un estado de alegría. La alegría es un estado de conciencia de alta vibración, donde tiene lugar la curación. (David R. Hawkins, M.D., Ph.D., Letting Go: The Pathway of Surrender, 2012)
Sí, cuando estamos en un estado de gratitud, alegría y celebración, las moléculas de agua de nuestro cuerpo se transforman en formas hermosas, fuertes y sanas como copos de nieve; nuestras mentes y espíritus alcanzan estados de conciencia de alta vibración; ¡y nuestras mentes y cuerpos sanan!
Aprendamos de José y Dan.
Empiece Otra Vez, No De Nuevocon gratitud, alegría y celebración.
ATENCIÓN
Observa, date cuenta, reconoce algo: una habilidad, una capacidad, un logro, un don, una bendición, una situación feliz y una ocasión feliz en tu vida.
INTENCIÓN
Haz la Intención, decisión, elección de honrarlo y estar verdaderamente agradecido por todo a lo que prestaste atención arriba.
ACCIÓN
¡Actúa! Crea y participa en una festividad de tu elección para mostrar tu alegría y gratitud por todo a lo que has prestado atención más arriba.
¿Por qué estás realmente agradecido y cómo piensas celebrarlo? Compártalo con nosotros a continuación. Nos encantaría saber de ti...
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